5 - Graduar el tamaño de las operaciones en función de las probabilidades de éxito percibidas, asegurando que el beneficio medio sea grande y la pérdida media, pequeña.
Como vimos antes, incluso un operador que siga un sistema que le permita acertar aproximadamente en la misma proporción en que se equivoca tiene una oportunidad de salir bien parado si consigue que el beneficio de las operaciones ganadoras sea mayor que la pérdida de sus operaciones perdedoras.
Y, ¿cómo puede conseguir eso? Básicamente, graduando el tamaño de sus apuestas en función del grado de confianza que le merezca cada operación que inicia.
Un operador que siempre arriesga la misma cantidad de dinero en cada operación es como un jugador de póker que siempre apuesta lo mismo, cualquiera que sean las cartas que tenga. Tener la flexibilidad de variar el tamaño de la posición que se tiene en el mercado, según cuáles sean las circunstancias, es una cualidad decisiva para el éxito de un operador y sirve no sólo para reducir el riesgo durante los períodos perdedores, sino también para aumentar los beneficios en los períodos ganadores.
Si bien uno de los elementos más importantes del control del riesgo consiste en limitar el tamaño de cada una de las operaciones particulares que se inician hasta unos niveles lo suficientemente pequeños en relación al capital disponible, hay ocasiones en que, cuando se percibe la posibilidad de que una operación sea una gran oportunidad, puede resultar conveniente apretar un poco el acelerador e incrementar el tamaño de la posición. Si, una vez tomada la posición, ésta resulta parecer poco propicia, el operador puede liquidarla y aceptar una pequeña pérdida.
Pero si las probabilidades parecen estar fuertemente a su favor, el operador puede mostrarse algo más agresivo e incrementar su grado de apalancamiento. Ciertamente, la habilidad de detectar estas oportunidades no se desarrolla de forma instantánea, pero es una de las cualidades que diferencia a un buen operador de un operador excepcional.
6 - Mantener una posición cuando el mercado se mueve a su favor, y liquidar pronto una posición cuando la evolución desfavorable del mercado la hace incurrir en pérdidas.
El operador debe concentrarse en maximizar sus ganancias, no el número de sus operaciones ganadoras. Si se apresura demasiado en liquidar sus posiciones cada vez que estas acumulan un pequeño beneficio, tendrá una gran probabilidad de obtener muchas operaciones con ganancias, pero la suma total de éstas será pequeña. Algunos han estimado que hasta un 90%
de los beneficios que obtienen en sus operaciones provienen de sólo un 5% de éstas. Por eso es tan importante maximizar las ganancias.
Esto se consigue de dos modos:
- Aumentando el tamaño de la operación cuando se perciba que las probabilidades son muy favorables
- Manteniendo dicha posición el tiempo suficiente para aprovechar todo su potencial.
En el mercado suele decirse que hay dos formas de arruinarse: sufriendo grandes pérdidas y tomando sólo pequeños beneficios.
El operador no necesita tener razón todo el tiempo, pero debe ser capaz de sacar ventaja cuando tiene razón. Si no tiene la paciencia de mantener una buena posición hasta haber obtenido la mayor parte de potencial de beneficios de la tendencia no podrá después hacer frente a las pérdidas resultantes de las malas posiciones.
Por otra parte, resulta vital limitar rápidamente las pérdidas de las posiciones abiertas. Existe una tendencia natural a mantener las posiciones perdedoras demasiado tiempo, con la esperanza de que las pérdidas no crezcan y el mercado se dé la vuelta. Desarrollan una especie de lealtad hacia las posiciones tomadas, resistiéndose a cambiar de opinión cuando el mercado les ha demostrado que se equivocaban. Esta actitud suele verse reforzada cuando el operador se ha comprometido públicamente con su posición.
Es un hecho bien comprobado en psicología que cuando una persona manifiesta en público una opinión, tiende de forma inmediata a mostrarse mucho más comprometida y convencida con dicha opinión que antes de haberla expresado en público. De alguna forma, todos necesitamos mostrarnos coherentes con nuestras propias manifestaciones frente a los demás, y nos disgusta parecer inseguros o tontos.
Pero este mecanismo psicológico puede resultar nefasto para aquellos operadores que tienen predisposición a contar a los demás sus opiniones sobre lo que creen que va a hacer el mercado, y después se sienten obligados a ser coherentes con la opinión expresada. En estas circunstancias un operador puede mantener una posición perdedora mucho más allá de lo que la realidad demuestra que es razonable, y tratará de racionalizar su actitud adoptando una visión sesgada de esa realidad que le permita seguir defendiendo su posición públicamente manifestada.
Sepa reconocer sus errores y sea impaciente con sus pérdidas. Sea paciente con sus ganancias.
7 - No tomar una posición si no es capaz de fijar de antemano un límite de pérdidas "lógico"
Ya dicho: el éxito de un operador depende del control del riesgo. Muchos al inicio de una operación calculan cuánto dinero pueden ganar. Los experimentados piensan cuánto dinero pueden perder, y en función de la respuesta deciden si la operación merece la pena o no.
El paso más importante a dar para gestionar eficientemente el dinero que se invierte radica en la determinación de la pérdida máxima que se está dispuesto a soportar en cada operación individual que se inicia. La limitación de dicha pérdida, definida por la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta, se puede lograr mediante la utilización de órdenes "stop".
El operador debe decidir cuánto debe moverse el precio en contra de sus posiciones para que deba concluirse que está en el "lado equivocado" del mercado. Esa cuantificación puede llevarse a cabo mediante el establecimiento de un porcentaje fijo de pérdida máxima por operación, o bien por cualquier otro medio que escoja el propio operador, pero siempre debe realizarse antes de haber iniciado la estrategia. Resulta tentador ignorar el riesgo y
concentrarse solamente en el beneficio que puede obtenerse, pero dicha forma de actuar sólo puede conducir al desastre.
8 - Graduar progresivamente el número de lotes (o mini-lotes) que toman o se liquidan en cada fase del mercado.
El operador no necesita tomar o liquidar toda su posición en el mercado de una sola vez. Puede añadir a una posición en la que está ganando, especialmente si está en las fases iniciales de una tendencia en el mercado, del mismo modo que puede liquidar progresivamente una posición en la que comienza a sentirse inseguro.
Imaginemos, por ejemplo, que un operador cree que el precio, después de varios días de fuerte subida, da la impresión de poder subir a cotas aún mucho más altas.
El operador se siente tentado de tomar posiciones compradoras, pero tiene miedo de que, después de las fuertes subidas ya experimentadas, el mercado realice una corrección a la baja antes de seguir subiendo. Por otra parte, si espera a que dicha corrección se produzca para comprar, se arriesga a que, si ésta no se produce, el mercado siga subiendo y pierda definitivamente su oportunidad a pesar de haber pronosticado correctamente la tendencia.
En estas circunstancias, lo adecuado sería tomar una posición pequeña. De este modo, si el mercado inicia una corrección que está dentro de la lógica de lo anticipado por el operador, las pérdidas de éste serán lo suficientemente pequeñas como para no sentirse impulsado a deshacer su posición como fruto del pánico. Incluso, si después de realizar la corrección, el mercado comienza a mostrar de nuevo signos de fortaleza, el operador puede incrementar entonces el tamaño de la posición.
Y otro ejemplo más: supongamos que un operador tiene acumulado un beneficio en unas posiciones vendedoras que mantiene en un mercado que ha experimentado una fuerte bajada. Cree que la tendencia bajista permanece intacta y aún puede dar mucho de sí, pero, por otra parte, no desea correr el riesgo de perder todo lo que lleva ganado si su juicio está equivocado. Ante esta situación puede llevar a cabo dos tipos de maniobras defensivas.
- situar un stop que implicase liquidar toda su posición en cuanto el mercado subiese más de un determinado porcentaje que él fije. Si ese stop está demasiado cercano, podría suceder que su posición fuese liquidada como consecuencia de un movimiento bajista poco significativo y que no implique el fin de la tendencia bajista.
- liquidar sólo una parte de la posición abierta. De este modo, se asegura al menos una parte de los beneficios acumulados y se mantiene la posibilidad de aumentarlos si la tendencia continúa su marcha ascendente.
9 - Reducir el tamaño de las operaciones después de una gran pérdida o después de una gran ganancia.
Después de cerrar una posición con pérdidas, un operador puede tomar dos actitudes posibles: puede reducir al mínimo el tamaño de su posición en el mercado o puede, por el contrario, intentar resarcirse de forma inmediata tomando, por ejemplo, posiciones de signo contrario a aquellas que le produjeron la pérdida.
En general no es aconsejable intentar resarcirse de forma inmediata y sin un análisis detenido de la situación. Sólo si la decisión de cambiar una posición compradora por una vendedora, o al contrario, nace de un análisis objetivo que hace comprender al operador que su posición anterior estaba equivocada y que lo que creía que era un mercado alcista es, en realidad, un
mercado bajista, o al revés, puede ser recomendable la toma inmediata de posiciones en el mercado.
La segunda parte de la recomendación contenida en esta regla de la gestión del dinero puede parecer más sorprendente. Sin embargo, reducir el nivel de las transacciones después de haber obtenido un gran beneficio puede resultar más crucial para el operador. Por alguna razón, la mayor parte de los operadores suelen experimentar sus mayores pérdidas inmediatamente después de haber obtenido sus mayores beneficios.
Tal vez sea que, a menudo, a los operadores les resulta difícil ver como dinero real, las ganancias que acaban de obtener o las ganancias de las posiciones todavía no cerradas. Lo cierto es que existe alguna razón psicológica que conduce a muchos operadores a relajarse cada vez que tienen una racha ganadora, con lo cuál incurren en pérdidas. Por ello deben extremarse las precauciones después de un gran beneficio, e incluso puede ser aconsejable reducir el tamaño de la posición en el mercado.
El exceso de confianza puede iniciar el camino de la devolución de ganancias.