domingo, 24 de julio de 2016

Mini curso "gestión del riesgo" (parte 2)



En el anterior post nos quedamos en las reglas básicas para la gestión del dinero, continuamos con ellas:


2 - Limitar la especulación al capital máximo que se está dispuesto a perder.  

Ésta es una regla elemental y que no debería precisar mayor explicación, pero, por desgracia, son demasiadas las personas que creen que los mercados son una especie de caja de ahorros a donde pueden recurrir para obtener el dinero que necesitan para hacer frente a alguna contingencia. 



Es obvio que esas personas arriesgan un dinero que no pueden permitirse perder, y al final ¡no da resultado! 


Por alguna circunstancia del mercado, por esas cosas que tiene la vida, de difícil explicación, los operadores raramente ganan si tienen la necesidad/obligación que ganar. Aquellos que inician  una  operación  bajo  presión  de  necesitar  desesperadamente  ganar,  casi  siempre pierden. Tal vez sea que en esas circunstancias los operadores tienden a apalancar en exceso sus  posiciones,  resultando  por  ello  demasiado  vulnerables  al  más  pequeño  movimiento adverso del mercado. Tal vez se deba a que toman sus decisiones de forma improvisada y sin planificación. 



Puede que las personas en esas circunstancias carezcan de la necesaria claridad de ideas y serenidad de ánimo. Lo cierto es que cuando un operador arriesga un capital que no puede permitirse perder, todas las cualidades emocionales que conducen a un operador al desastre tienden a magnificarse. Y está aquí la mala fama de este mercado al que “nadie” puede ganarle.   Pero, entonces, ¿Quién puede participar en este apasionante pero implacable negocio? ¿Sólo los amantes del riesgo?  


¡No; todo el mundo, con tal de que se asegure de arriesgar un capital cuya pérdida no le arrastrará a una situación desesperada!  
O, con otras palabras, los operadores creen que el riesgo es la sal del negocio: hay que conocerlo, medirlo y tomarlo o dejarlo. 



Arriesgar, especular no es malo en sí mismo. Todo gran emprendimiento ha empezado con la especulación. Se trata de medir el grado de especulación para decidir si se toma o no el riesgo.   



3 - Arriesgar porcentaje máximo del capital disponible en cada transacción individual. Regla de pérdida máxima.  



Una vez más: todo en este negocio conduce a las probabilidades. Y las leyes de la probabilidad dicen que si uno tiene un buen sistema que le permita escoger las estrategias más adecuadas en cada momento y si preserva el riesgo observando las reglas básicas de la gestión del dinero, acabará acumulando un capital impresionante. Y si no, ¿por qué acaba ganando la banca en el juego de la ruleta? La banca tiene un buen sistema de juego, ya que la existencia del cero pone las probabilidades a su favor.  



¿Abrumadoramente? No, tan sólo un poco más del 2.7%. Pero, a largo plazo, esto es suficiente para ganar muchísimo dinero...¡siempre que se sigan las reglas básicas de gestión del dinero!  


¿De qué modo utiliza el casino esas reglas para asegurarse de que su sistema funcionará pese a los caprichos del azar? Prohibiendo que, como norma general, ningún jugador pueda superar un determinado límite de apuestas.  
¡Esta es la forma en que se protege contra la "mala suerte"!  



Recordemos que las probabilidades hacen que, si el sistema de juego es favorable a un jugador, éste acabe acumulando un gran capital a largo plazo. Pero si el jugador no pone algún medio para evitarlo puede muy bien ocurrir que nunca llegue a esas 30 jugadas...porque se haya arruinado antes.  
Hemos visto que la banca, en el anterior ejemplo, tiene unas probabilidades de ganar que son, en cada transacción individual, apenas superiores al 50%. Si cualquier jugador pudiese apostar una   cantidad   arbitrariamente   grande   en   cada   una   de   las   jugadas,   habría   grandes probabilidades de que pudiese hacer saltar la banca sin que a ésta le sirviese de gran cosa el hecho de tener un sistema que funciona bien a largo plazo.  



En Forex, si fuera un juego, podemos decir que solamente dos cosas pueden pasar una vez que tomemos una posición: que la cotización suba o que baje. Estamos ciento por ciento seguros que la cotización cambiará. Cincuenta por ciento de probabilidades para cada lado. Aquí no existe el cero. Si la cotización no cambiara y el gráfico de ella fuera un electrocardiograma, el paciente estaría muerto.  



En los mercados ocurre exactamente igual: por bueno que sea el sistema de negociación que un operador posea, nunca garantizará que éste vaya a ganar en cada una de las operaciones que inicia. Como máximo será capaz de poner las probabilidades a su favor y esto será más que suficiente para hacerle inmensamente rico con tal de que se proteja contra el riesgo de perderlo todo en una sola o pocas jugadas.  



El operador debe, por tanto, determinar la fracción del capital total de que dispone que pondrá a riesgo en cada operación. ¿Qué fracción es la correcta? Una elección obvia podría ser arriesgar una cantidad fija dólares/euros en cada operación. 




Este sistema, que cuenta con la ventaja de su sencillez, puede ser válido en los primeros estadios del aprendizaje de un operador, siempre que la fracción de capital a exponer sea lo suficientemente pequeña como para que el riesgo asumido no sea excesivo. Sin embargo, como se verá a continuación, puede no ser el sistema óptimo.



4 - Hacer una transacción únicamente cuando el potencial de beneficio sea grande y el riesgo pequeño.  



Debe buscarse aquellas operaciones que tienen un gran potencial de beneficios y un riesgo relativamente pequeño en comparación. Pero ¿cómo puede conocerse de antemano cuál es el riesgo de una operación? Por lo general, el operador asume el riesgo que desea asumir, pues en su mano está liquidar la operación en cualquier momento.  



El problema es que, dado el componente errático de los movimientos del mercado, una salida excesivamente rápida de una posición puede resultar un error o una frustración si la causa resulta ser una oscilación menor dentro de una tendencia mayor que el operador había pronosticado correctamente. De lo que se trata, por tanto, es de buscar operaciones que, teniendo un gran potencial de beneficios requieran, por contra, sólo un movimiento relativamente pequeño del mercado en el sentido contrario al que se prevé para que pueda llegarse "razonablemente" a la conclusión de que uno estaba equivocado. A esto se le llama elegir operaciones con poco riesgo.   



En el siguiente post continuaremos hablando de las reglas basicas para la gestión del dinero :)

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