lunes, 7 de noviembre de 2016

Mini curso Ondas de Elliot (parte 1)



¿Quién fue Elliot?





Ralph Nelson Elliot (1871-1948) había sido contable de profesión, especializado en
restaurantes y ferrocarril. El desarrollo de esta última actividad le llevó a varias compañías  ferroviarias en México y América Central. Se retiró en 1927, tras contraer una seria enfermedad en Guatemala, y pasó varios años, en su casa de California, luchando por recuperar su salud.


Debe tenerse presente que Elliot, circunscripto entre los analistas técnicos, tomó como
base la Teoría de Dow (dada su importancia para comprender las ideas de Elliot, el punto
siguiente se dedicará para recordar los postulados de dicha Teoría) y buscó su
perfeccionamiento y complementación. Su principal contribución a la teoría del análisis
técnico se basa en detectar que el comportamiento de los precios es repetitivo –aunque
con distintas características en cuanto a su forma, tiempo y amplitud- y en la
incorporación del factor psicológico humano en el mercado para tratar de lograr una
predicción más acertada acerca del comportamiento futuro de los precios de los activos
negociados en los mercados de valores.


En 1934, en una carta dirigida a Collins, editor de un servicio de mercado de valores, Elliot
manifiesta que el Principio de Onda era “un complemento muy necesario de la Teoría de
Dow”. Tras mucha correspondencia entre ambos, Collins le ayudó a comenzar en Wall
Street y acordó publicar “El Principio de Onda”, en 1938.
En 1939 escribió una serie de artículos en la Revista Financial World en los que describía
su teoría.
Hacia 1946 Elliot escribió su trabajo definitivo sobre el Principio de Onda, “Ley de la

Naturaleza-El secreto del universo”



Postulado de la Teoría de Onda de Elliot


Elliot creía que la teoría del mercado de valores era parte de una ley natural mucho más
grande que gobierna todas las actividades del hombre.


Dicha ley podría describirse así: “las actividades del universo son repetitivas, aunque no
idénticas en cada situación, sino con características particulares”.




 Elliot concluye que al ser la negociación de valores una actividad humana, y por ende, dentro de la naturaleza, debe necesariamente seguir las mismas pautas de comportamiento que la superestructura universal. Si esto se cumple, teniendo en cuenta la psicología de las masas –elemento también incorporado por Elliot a su Teoría de Onda- y las particularidades de cada situación, se estaría en condiciones de predecir eficazmente el comportamiento futuro de los precios. De acuerdo a la exactitud con que sea hecha dicha predicción, el operador podrá aprovechar su conocimiento para obtener utilidades
negociando valores en los mercados.



Teniendo en cuenta los pilares citados anteriormente, Elliot postula que el mercado se
mueve en ciclos completos de ocho ondas: cinco ondas a la suba (baja) en mercados
alcistas (bajistas) y tres ondas en el sentido inverso, que corrigen, aunque no en toda su
magnitud, el movimiento realizado por las cinco primeras ondas. A su vez, las ondas se
dividen de la siguiente manera:





a) Ondas 1, 3 y 5: son llamadas ondas de impulso, ya que se mueven en dirección de la
tendencia principal

b) Ondas 2 y 4: las denominadas ondas de retroceso, ya que “devuelven” parte del
recorrido de las ondas 1 y 3.

c) Ondas a, b y c: designadas como ondas correctivas.



Una característica importante de esta teoría es que puede ser aplicada a tendencias de
largo, mediano y corto plazo. Esto deriva de uno de los principios de la Teoría de Dow -el
mercado tiene tres tendencias-, en la que Elliot se basó. Podrá observarse esto en detalle
cuando hablemos sobre los principios de Dow.


Teoría de Dow: principios básicos


Esta es una de las teorías más famosas y también más antiguas sobre cómo determinar
la tendencia de los precios en un mercado sin hacer uso de ninguna información, es decir,
considerando sólo el comportamiento propio del mercado.



Se basa en el estudio de índices representativos. Estos índices consisten en el cálculo de
promedios que se determinan a partir de una muestra representativa y ponderada de las
principales acciones que se operan en el mercado bursátil.
Los índices creados en su momento eran dos: Dow Jones Industrial Average y Dow Jones
Transportation Average.



Los conceptos básicos que se pueden nombrar son los siguientes:



I. Las medias descartan todo: los cambios en los precios de cierre diario reflejan el juicio
y emociones totales de todos los participantes del mercado de valores, actuales y
potenciales. Se presupone, por tanto, que este proceso descarta todo lo conocido y
predecible que puede afectar a las relaciones de oferta-demanda.


II. El mercado tiene tres tendencias: Dow definía una tendencia como alcista si cada
máximo sucesivo de la recuperación y cada mínimo sucesivo de la recuperación fuera
más alto que el anterior. Las tendencias:



i. Primaria o principal: generalmente más de un año. El creía que la mayoría de
los inversores del mercado de valores estaban preocupados por la dirección

principal del mercado.


ii. Secundaria o intermedia: representa correcciones en la tendencia primaria.
Dura generalmente de tres semanas a tres meses. Por lo general vuelven a
recorrer 1/3 ó 2/3 de la tendencia previa; a menudo el recorrido es del 50%.


iii. Menor o de corto plazo: generalmente, menos de tres semanas.


III. Las tendencias principales tienen tres fases:


i. Primera fase: de acumulación, representa la compra informada por parte de
los inversionistas más astutos.

ii. Segunda fase: empiezan a participar la mayoría de los técnicos seguidores
de tendencia. Tiene lugar a medida que los precios comienzan a avanzar y
mejoran las noticias económicas.

iii. Tercera fase o final: está caracterizada por el incremento de la participación
pública, a medida que la información económica es más optimista. Es
durante esta fase cuando los más informados inversionistas empiezan a
“distribuir” (tomar ganancias) cuando parece que nadie más está vendiendo.

IV. Las medias deben confirmarse entre sí: Dow se refería a las medias industriales y de
ferrocarril (los dos primeros índices en Wall Street). No era necesario que ocurrieran
simultánemante, pero cuanto más cercanas entre sí, mejor.

V. El volumen debe confirmar la tendencia: el volumen debe expandirse en la dirección
de la tendencia principal. Es considerado un indicador secundario.

VI. Se asume que una tendencia está vigente hasta que dé signos definitivos de haber
dado la vuelta.

VII. Precios que se utilizan: Dow confiaba únicamente en los precios de cierre. Las
penetraciones intradiarias no eran consideradas válidas.

VIII. Los movimientos laterales (mercados en trading) pueden sustituir a los movimientos

secundarios; estas situaciones son denominadas “consolidaciones

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