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Que tal amigos, en este vídeo les comento sobre mi experiencia con los brokers con los cuales he tenido cuenta Real que creo que es lo que nos importa saber a nosotros, ya que en demo puede ser una cosa y ya para real tener otra experiencia, espero me comenten su experiencia en estos brokers, pues así entre todos nos ayudamos a saber
Cuando los Traders se desvían de sus propias reglas, invariablemente tienden a perder. La disciplina es esencial para el éxito de un Trader. Pero ¿qué significa la disciplina aplicada al trading en los mercados financieros? En primer lugar, significa mantener un estricto control del riesgo a través del seguimiento de las reglas de gestión del dinero. Siempre existe la tentación de tomar posiciones cuyo tamaño es excesivo, pensando en cuánto se puede ganar e ignorando cuánto se puede perder. O la tentación de doblar la apuesta después de haber experimentado una pérdida en una operación, en lugar de reducir al mínimo el tamaño de la posición abierta. Se requiere disciplina para evitar caer en ese tipo de impulsos. En segundo lugar, se requiere disciplina para mantenerse fiel al método de trading establecido y al plan trazado. Muy frecuentemente los Traders diseñan métodos de trading que después incumplen sistemáticamente. Resulta muy tentador intentar ser «mejor» que el sistema, pero el resultado es que no se tiene sistema alguno. Si el sistema no funciona, hay que cambiarlo. Pero hasta que decida hacerlo, el Trader debe ser fiel a él.
Principalmente se ha intentado en este capítulo poner de relieve las principales cualidades que caracterizan al Trader de éxito y también los errores psicológicos que se cometen con más frecuencia en los mercados. El propósito es orientar la atención del Trader hacia algunos mecanismos psicológicos cuyo conocimiento puede ponerle en ventaja con respecto a otros Traders cuya pericia es meramente técnica. Se ha hecho particular énfasis en el hecho de que, por razones de eficiencia, en la vida cotidiana, dejamos a menudo que un solo elemento aislado de la información nos oriente en nuestras decisiones. Así empleamos factores como la imitación de lo que hacen los demás, la obediencia a la autoridad, la coherencia con la opinión públicamente expresada o la especial valoración de aquello que es escaso y por lo cual debemos competir con los demás, a la hora de tomar decisiones de forma automática sobre la forma en que debemos actuar. Estos factores ofrecen una indicación bastante fiable sobre el modo adecuado de conducía en la vida cotidiana, pero resultan completamente insuficientes para guiarse en los mercados. Aquí, necesitamos hacer uso de toda la información pertinente de que disponemos. No podemos cambiar el eficaz, aunque lento, complejo y exhaustivo proceso de toma de decisiones basado en el procesamiento cerebral de toda la información disponible por un atajo consistente en la toma de decisiones automática basándose en un solo dato. Cuando nos sentimos inseguros preferimos, a menudo, no considerar toda la información a nuestro alcance. Pero el juego en los mercados financieros es un juego de guerra en el que se desarrollan continuamente escaramuzas que exigen a los participantes lo mejor de sí mismos. La habilidad del Trader para batirse con todas las armas a su alcance, incluido el dominio de los factores psicológicos, resulta, en estas circunstancias, decisiva para asegurar su éxito total. El juego de los mercados financieros es una ciencia y un arte. La comprensión de los mecanismos y reglas de los mercados, la naturaleza, virtudes y riesgos de las principales estrategias utilizadas, las reglas básicas de la gestión del dinero, los principios que rigen los sistemas de trading y los mecanismos psicológicos del juego, constituyen algunos de los elementos de la ciencia que he intentado presentar en este libro. El arte sólo se puede llegar a adquirir mediante la experiencia, y se refiere, especialmente, a la capacidad de discernir cuál es en cada circunstancia del mercado la estrategia más apropiada para llevar a cabo y de qué modo se debe después realizar un seguimiento de la estrategia según la evolución del mercado. En el juego de los mercados financieros, una vez aprendidas las reglas del juego, éste deja de ser rutinario, y muchos principios básicos aprendidos deben dejarse temporalmente de lado. En el fragor de la batalla a veces es preciso algo más que los datos científicos y el genio que todo hombre lleva oculto dentro de sí mismo debe salir a la superficie. Es mi convicción que una persona puede llegar a tener tanto éxito como, en realidad, desea tener. Si en lo más profundo de su ser una persona desea perder, encontrará los medios para hacerlo. Pero si desea ganar, espero que estos consejos le ayuden a alcanzar sus objetivos. Espero que estas líneas, que a primera vista pueden ser un poco “pesadas”, ayuden a más de uno a enfrentarse a sus miedos y adversidades y sobre todo, aplacar iras y malas costumbres y a enfrentarse a los difíciles mercados financieros.
La paciencia es una de las más preciadas virtudes de un Trader. En el mercado continuamente surgen oportunidades, pero el Trader no debe lanzarse a tomar posiciones en cada lance del mercado, sino que debe esperar pacientemente a tener todas las probabilidades a su favor antes de decidirse a tomar una posición. Esperar hasta que llega una buena oportunidad incrementa las probabilidades del éxito. Una de las razones por las que, en ocasiones, los Traders se precipitan a tomar posiciones sin estar convencidos de lo que hacen, tiene que ver con determinado mecanismo psicológico que impulsa a las personas a querer aquello que es escaso y por lo cual compiten otras personas. En estas circunstancias, la reacción más habitual es interpretar que se trata de algo valioso, y que por tanto merece ser adquirido. El problema es que esta reacción se desencadena de forma automática, y no como consecuencia de un detenido análisis objetivo de la situación. Este mecanismo psicológico se traslada también a los mercados. Cuando los Traders observan que el precio de un activo comienza a moverse de forma brusca hacia uno u otro lado, como fruto de una fuerte demanda o una fuerte oferta por parte de otros Traders, se sienten impulsados ellos también a querer comprar o a querer vender a cualquier costa. Las presiones de competencia por un recurso escaso producen en los Traders una reacción emocional que les impide pensar con claridad y que despierta en ellos el acuciante deseo de comprar o de vender sin considerar las razones objetivas para hacerlo. Resulta, por tanto, crucial que los Traders sean capaces de mantener la serenidad emocional y de tener la paciencia necesaria para esperar hasta que las oportunidades reales lleguen.
Por otra parte, la paciencia es también importante para mantener una posición ganadora en el mercado todo el tiempo necesario para aprovechar al máximo una tendencia. Es imposible que un Trader gane una gran fortuna si cada vez que tiene buenas posiciones en el mercado su impaciencia le lleva a liquidarlas para obtener el beneficio acumulado. Flexibilidad
En el fondo, la cualidad de tener una mente abierta es responsable de buena parte del éxito de un Trader. Aquellos que, cuando se ven confrontados por la realidad con contradicciones respecto a sus propias convicciones previas, no se empeñan a toda costa en tener razón, sino que investigan la cuestión hasta descubrir evidencias sobre la verdad, tienen una ventaja sustancial de su parte. La capacidad para cambiar de opinión cuando es necesario es una de las claves del éxito de un Trader. Las personalidades rígidas y dogmáticas raramente triunfan en estos mercados. La flexibilidad es necesaria en un Trader y se demuestra, básicamente, mediante la igual disposición a adoptar posiciones compradoras y posiciones vendedoras, la capacidad para variar el tamaño de las apuestas en función de las probabilidades de éxito percibidas, y la capacidad para graduar progresivamente el tamaño de la posición que se tiene en el mercado. Como hemos visto, el Trader no tiene por qué tomar de una sola vez todos los contratos que vayan a conformar su posición en un mercado. Puede comenzar por tomar una parte, y a medida que la acción del mercado confirme sus hipótesis, ir incrementando el tamaño de dicha posición mediante la adición de nuevos contratos. Del mismo modo, no tiene por qué liquidar todas sus posiciones en un mercado de una sola vez sino que puede ir liquidando sucesivamente los contratos por etapas, de modo que su riesgo total se vaya reduciendo, sin por ello renunciar a posibles nuevos beneficios derivados de una prolongación de la tendencia predominante
Actitud mental positiva Este punto está estrechamente vinculado al anterior, ya que, por lo general, la actitud mental positiva nace a partir de un sentimiento de fuerte confianza en sí mismo. Su importancia es máxima, pues del mismo modo que la moral de un ejército resulta esencial para asegurar su éxito, así también el Trader debe entender la importancia de su propia actitud mental como factor de éxito en las operaciones. Debe comenzar cada jornada con el estado de ánimo adecuado. y éste ha de ser el de querer ganar. Si el Trader no se siente confiado y optimista, es mejor que no se arriesgue a tomar una posición, o que reduzca al mínimo el tamaño de su apuesta. Es necesario tener fe absoluta en la propia capacidad para batir el mercado. Es decir, hace falta confianza en sí mismo. En todo momento el Trader debe tener el sentimiento y la convicción de que va a ganar.
La atribución de características positivas a uno mismo, tales como la creencia firme en el propio potencial, crea un fuerte sentimiento de auto eficiencia, lo cual ayuda a enfrentar mejor las dificultades y conseguir mucho más de lo que se conseguiría si se careciese del sentido de la propia competencia y eficiencia. Creer en nuestras propias posibilidades nos llevará a luchar eficazmente contra las dificultades y a mejorarnos. Disposición a admitir los errores y a aceptar las pérdidas
El Trader debe dedicar todo su entusiasmo, energía y disciplina al objetivo de llegar a alcanzar la excelencia. Pero si hace esto, no debe mortificarse cada vez que una operación resulta perdedora, siempre que en conjunto los beneficios sean mayores, ni debe angustiarse con cada pequeño movimiento adverso del mercado si la tendencia a largo plazo sigue estando a su favor. Incluso si el Trader aún no ha sido capaz de desarrollar un estilo de trading adaptado a su propia personalidad que resulte ganador, debe aprender de sus propios errores y tomarlos como una lección en su aprendizaje, siempre y cuando no arriesgue un capital que no pueda permitirse perder.
Aprender a perder puede llegar a ser tan importante como aprender a ganar. El Trader que crea que siempre va a ganar sentirá una gran frustración cuando pierda, y desarrollará sentimientos negativos de hostilidad y culpa que pueden poner en marcha un proceso autodestructivo que le conduzca a pérdidas aún mayores. Aquellos Traders que ligan su autoestima al hecho de tener razón en sus previsiones sobre el mercado, difícilmente estarán dispuestos a liquidar sus posiciones aceptando una pequeña pérdida cuando el mercado les indique que estaban equivocados. Perder es una parte intrínseca del juego. La actitud hacia las pérdidas suele ir ligada a la confianza en sí mismo. Los Traders que confían en su propia capacidad para ganar a largo plazo no se desesperan cuando sufren ocasionales pérdidas, pues entienden que son inevitables.
Una de las cualidades que es común en casi todos los Traders que tienen éxito es la gran confianza en sí mismos. Probablemente su propio éxito refuerce dicha confianza, pero sin esa confianza inicial en sus propias posibilidades tal vez no habrían alcanzado el éxito en la operación. La confianza en sí mismo es necesaria para tener independencia de pensamiento y poder tomar las propias decisiones de trading sin necesidad de apoyarse en las opiniones y consejos de los demás. En la vida cotidiana, la tendencia a considerar adecuada una acción porque otros la realizan funciona normalmente bien. Tendemos a juzgar la corrección de un comportamiento en una situación dada por la medida en que lo manifiestan los demás. Habitualmente, cuando mucha gente hace algo, es eso lo que se debe hacer. Cuanto más alto es el número de personas que encuentran correcta una idea, mayor es la probabilidad de que la idea sea correcta. Y esta forma de pensar se hace especialmente notable en situaciones de incertidumbre. Cuando las personas están inseguras, se sienten más inclinadas a fijarse en las acciones de otros y a aceptarlas como correctas. En los mercados, la ambigüedad e incertidumbre son habituales y crean las condiciones para que los Traders desprevenidos o con escasa confianza en sí mismos miren a su alrededor para decidir qué es lo que deben hacer. Esto puede ser el origen, en el extremo, de las situaciones conocidas como «manías colectivas», de las cuales la historia de las finanzas está repleta de casos famosos. Cuando tiene lugar una de dichas manías el precio de un activo que se negocia en algún mercado alcanza, durante un cierto tiempo, niveles completamente absurdos que, invariablemente, van seguidas de un desplome hasta el extremo opuesto. Los Traders más perspicaces han desarrollado, incluso, sistemas de trading basados en la detección de situaciones en los que la inmensa mayoría de los Traders están de acuerdo en que el mercado va a subir o va a bajar, con la intención de utilizar los datos del sistema para hacer exactamente lo contrario. La hipótesis en que se basan dichos sistemas se apoya en el hecho de que, cuando todos están de acuerdo en que algo debe pasar, sucede justamente todo lo contrario, y ello se explica, especialmente, por la siguiente consideración: cuando existe consenso sobre que algo debe subir o debe bajar, todos habrán tomado posiciones en el lado, comprador o vendedor, acorde con esas predicciones. Pero no importa los factores que debieran determinar la subida o bajada de un producto; lo cierto es que en un mercado sólo suben los precios si hay compradores que empujen las cotizaciones al alza; y sólo bajan si acuden vendedores que presionen los precios a la baja. Pues bien, si todos están de acuerdo en que algo debe subir, todos habrán tomado sus posiciones compradoras y estarán esperando que las cotizaciones comiencen efectivamente a subir pero ¿cómo podrían hacerlo si no queda nadie para comprar? El resultado es que después de una espera más o menos larga. Los más impacientes deciden vender y el efecto de contagio se propaga con la misma rapidez con la que había hecho subir las cotizaciones, provocando un desplome del mercado. Por tanto, la confianza en sí mismo es necesaria para poder sustraerse a las presiones interiores que nos llevan, ante una situación dudosa o incierta, a sumarnos al comportamiento de la mayoría. Pero existe también otro mecanismo psicológico que requiere confianza e independencia de pensamiento para evitar que la sumisión al mismo conduzca a graves errores de mercado: se trata de la disposición de las personas, en condiciones normales, a seguir incondicionalmente las recomendaciones de otras personas revestidas de autoridad por su condición de expertos.
La obediencia automática a la autoridad de los médicos, abogados, bomberos o ingenieros, resulta una forma eficiente de comportarse la mayor parte de las veces en la vida cotidiana, pero en los mercados puede resultar fatal para el Trader que gestiona su propio capital. No es sólo que el experto en mercados financieros pueda equivocarse, lo cual, aunque es obvio, a menudo, se pasa por alto, sino que, especialmente, el experto puede cambiar de opinión cuando las circunstancias cambian, mientras que el Trader sólo conoce la opinión que fue originalmente difundida, pero, por lo general, no los posibles cambios que vaya experimentando la opinión emitida por el experto. Por tanto, el Trader que gestiona su propio capital debe valorar las opiniones de los expertos en su justa medida, y después tomar su decisión con base en sus propios elementos de juicio.
Ser un buen operador, es mucho más que sólo saber analizar el mercado técnica y/o fundamentalmente. Uno de los elementos cruciales para tener éxito, a veces pasado por alto por los operadores, es mantener una perspectiva psicológica adecuada. Al final del día, si un operador no es capaz de lidiar con el stress de las fluctuaciones del mercado, nunca podrá ser exitoso, sin importar cuán preparado esté en base a la formación obtenida. Los operadores deben basar sus estrategias independientemente del miedo y la codicia. Uno de los mejores atributos de un buen operador es la indiferencia emocional, aunque estén totalmente dedicados a sus operaciones no están emocionalmente casados con ellas; aceptan las pérdidas y toman sus decisiones de inversión en un nivel mental. Los operadores que están emocionalmente involucrados en sus operaciones generalmente cometen errores sustanciales, al cambiar radicalmente su estrategia cada vez que pierden en un par de operaciones, o peor aún se vuelven descuidados cuando ganan. Un buen operador debe ser emocionalmente equilibrado y debe basar todas sus operaciones en estrategias, no en miedo y codicia.
En el medio de una racha perdedora, considere seriamente el tomarse unas vacaciones del mercado antes de que el miedo y la codicia dominen sus estrategias. Muchos operadores, incluso los exitosos, pasarán por rachas perdedoras. La clave para ser un operador exitoso, es salir de esa racha de pérdidas sin tener demasiados problemas, de forma natural.
Si usted está pasando por una mala racha, lo mejor es tomarse un tiempo y no operar. Generalmente, tomarse unos días y no mirar al mercado puede ser el remedio para esa racha perdedora. Continuar operando implacablemente durante condiciones de mercado adversas, puede incurrir en pérdidas enormes como así también arruinar su estado mental positivo para operar. Lo mejor es tener conciencia de estas pérdidas y no intentar pelear contra ellas o simular que no existen. Reglas Psicológicas El mercado financiero es un juego de suma cero, es decir, toda posición compradora tiene, necesariamente, su contraparte vendedora y tomadas en conjunto, el beneficio o la pérdida de las posiciones compradoras, sin considerar comisiones, es exactamente igual a la pérdida o beneficio, respectivamente, de las posiciones vendedoras. Por tanto, el Trader tiene, de salida, un 50% de probabilidades de ganar y si consigue desarrollar un sistema de trading que mejore algo esta proporción, aplica las reglas esenciales de la gestión del dinero y domina los secretos de las estrategias del juego, la balanza se inclinará de su lado. En este capítulo veremos un último elemento que puede conducir a un Trader a la imbatibilidad: el factor psicológico.
El Trader debe entender que el factor psicológico es de gran importancia para determinar el éxito en la operación. Existen determinados mecanismos psicológicos presentes en la conducta humana que resultan de gran utilidad en las actividades normales de la vida cotidiana, pero que pueden llegar a ser un grave obstáculo para el éxito en los mercados si el Trader no es consciente de ellos. Dichos mecanismos psicológicos se refieren especialmente a la forma en que las personas toman sus decisiones y a los motivos reales que subyacen detrás de la mayor parte de sus actos cotidianos. Por una elemental necesidad de desenvolverse de una forma apropiada en un entorno social altamente complejo, las personas automatizan buena parte de las secuencias de sus conductas, de modo que la mayor parte de las veces no se paran a pensar cada una de las decisiones que deben tomar a lo largo del día o de las acciones que deben llevar a cabo, sino que obran siguiendo una serie de estereotipos y responden de forma automática a estímulos de diversa clase